Fiesta por el Ascenso del Real Oviedo a Primera: una ola azul que hizo temblar Asturias

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El domingo 23 de junio de 2025 quedará grabado en la historia de Oviedo y de toda Asturias. El Real Oviedo ha conseguido lo que muchos soñaban desde hace más de dos décadas: el ascenso a Primera División. Pero más allá de lo futbolístico, lo que vivimos fue una auténtica gran fiesta, un estallido de alegría que llenó las calles de la capital de una forma que no veíamos desde hace mucho.

Ascenso del Real Oviedo a Primera

Fiesta por el ascenso del Real Oviedo a Primera: una ola azul que hizo temblar Asturias

Oviedo celebra por todo lo alto un ascenso histórico. Pudimos vivir esta jornada inolvidable en primera persona, y te contamos todo lo que ocurrió para que, aunque no estuvieras, puedas sentirlo como si hubieras estado en medio de la ola azul que arrasó La Escandalera, Uría, el Fontán y cada rincón de la ciudad.


La previa: nervios, esperanza y camisetas azules por doquier.

Ya desde el sábado, Oviedo olía a algo especial. Familias enteras paseando con la camiseta azul, chigres decorados con bufandas del Real Oviedo, y mucha gente que había viajado desde otros puntos de Asturias (e incluso desde fuera de España) para no perderse el posible ascenso. La ciudad respiraba fútbol, ilusión… y sidra escanciada con más nervio que nunca.

Muchos ovetenses, y no pocos turistas, se acercaron a la fan zone instalada cerca del Carlos Tartiere para vivir la previa del partido. Allí se repartieron banderas, se proyectaron vídeos históricos del club y no faltaron las gaitas, los bailes tradicionales y los culines bien tirados. Todo anunciaba que estábamos ante algo grande.

El partido: emoción, nervios y un grito que rompió el cielo.

El estadio estaba lleno. No cabía un alfiler. Los que no pudieron entrar se quedaron fuera, en terrazas, bares y plazas. Oviedo entero estaba pendiente de ese partido contra el Espanyol que podía devolver a su equipo a la élite del fútbol español.

Cuando sonó el pitido final y se confirmó que el Real Oviedo era equipo de Primera, lo que vino después fue una explosión. Gritos, abrazos, lágrimas, bengalas azules… Los coches comenzaron a pitar sin parar. Las gaitas sonaban mezcladas con reguetón y rock astur en un caos musical que sólo tiene sentido cuando se gana algo tan grande.

La gran fiesta en las calles: La Escandalera como epicentro azul.

Lo que ocurrió después del ascenso no se puede describir, sólo se puede vivir. Desde La Escandalera hasta la calle Uría, pasando por el bulevar de la Losa, el parque San Francisco y las escaleras del Teatro Campoamor, miles de aficionados salieron a celebrar, convirtiendo la ciudad en una marea azul incontrolable.

No era una fiesta organizada, era una fiesta espontánea, una especie de carnaval futbolero con tambores, cánticos, bengalas, camisetas históricas del Oviedo y hasta algún espontáneo disfrazado de carbayón gigante.

Los más pequeños llevaban la cara pintada, los mayores se abrazaban con lágrimas en los ojos, y no faltaban quienes descorchaban botellas de sidra como si estuvieran en la calle Gascona en el día grande. En La Escandalera, miles de personas coreaban el ya mítico «¡Oviedo es de Primera!» mientras ondeaban banderas y móviles encendidos iluminaban la plaza como si de un concierto de rock se tratara.


Ola azul: la marea que recorrió Asturias entera.

Pero la fiesta no se limitó a Oviedo. La ola azul se extendió por toda Asturias: desde Gijón, donde más de uno reconoció que se alegraba «aunque me tire más el Sporting», hasta Avilés, Mieres, Langreo, Cangas del Narcea y cualquier rincón donde un oviedista hubiera esperado este momento desde 2001. Las redes sociales se llenaron de vídeos de abuelos con camisetas antiguas del Vetusta, nietos que no habían visto a su equipo en Primera en toda su vida, y hasta emigrantes asturianos celebrándolo desde México, Bruselas o Australia.


Un día de unión y orgullo para toda la ciudad.

En Asturias hay rivalidades, como en todas partes. Pero durante ese día, Oviedo fue una sola voz. No importaba si eras más de cultura que de fútbol, más de Fabada que de Tartiere: la alegría era contagiosa, auténtica, y se vivía hasta en quienes no sabían ni cómo funciona un fuera de juego.

Los bares estaban llenos, las terrazas repletas, y hubo hasta turistas despistados que pensaban que se celebraba San Mateo o algo parecido, y acabaron pintados de azul y cantando “Volveremos, volveremos…” como unos oviedistas más.

Turismo y fútbol: una combinación ganadora.

Desde AsturiasInfo, siempre decimos que el turismo no son sólo playas y monumentos. Son también las emociones que se viven en una ciudad. Y lo que se vivió en Oviedo con el ascenso del Real Oviedo fue una experiencia emocional profunda que ningún visitante olvidará.

Muchos hoteles colgaron el cartel de completo ese fin de semana, y el sector hostelero vivió un auténtico boom. Es un claro ejemplo de cómo el deporte mueve la economía local, y cómo una buena noticia como esta puede convertirse en un atractivo turístico más. Imagina contar que estuviste en Oviedo el día que subió a Primera


Frases que se escucharon esa noche en Oviedo (y que resumen todo):

– “¡Esto no lo vivía desde el 2001!”
– “Mi güelu lloró como un críu, y yo también.”
– “¡Que nos traigan al Madrid, que estamos preparados!”
– “Yo venía de ruta y acabé en Uría bailando con desconocidos.”
– “¡A ver si esto nos da suerte también con el San Mateo!”.

¿Y ahora qué?. Oviedo se prepara para una temporada en Primera.

Lo mejor de todo es que esto no ha hecho más que empezar. A nivel turístico, este ascenso a Primera pondrá a Oviedo en el mapa cada quince días, cuando equipos como el Barça, el Real Madrid o el Atlético vengan a jugar al Carlos Tartiere.

Hoteles, restaurantes, guías turísticos y tiendas locales podrán beneficiarse del tirón. Y nosotros, desde AsturiasInfo, estamos ya preparando una ruta futbolera por Oviedo que incluya el estadio, los murales del Oviedín, paradas para probar cachopos, culines y terminar en La Escandalera contando lo que allí se vivió.

Oviedo late más fuerte que nunca.

El Real Oviedo vuelve a estar donde merece. Pero más allá de lo deportivo, lo que este ascenso ha traído a la ciudad es un sentimiento colectivo de orgullo, de identidad, de pertenencia. Y eso, amigos viajeros, es lo más bonito que uno puede encontrar cuando visita un lugar: gente feliz, orgullosa, y dispuesta a compartir su historia contigo.

Y si te lo perdiste, no te preocupes. Esto no ha terminado. Esto acaba de empezar. Porque Oviedo es de Primera, y Asturias entera lo celebra.